Artivista feminista disidente de toda norma social. Milito desde el arte y apuesto por el hacer manual como forma de subversión cotidiana y expresión política.
Creo que intervenir espacios es una forma de reapropiación y resignificación desde la memoria. Es irrumpir en la homogenización que nos rodea y devolver al territorio su historia, su alma y su diferencia.
Pintar es mi forma de habitar este mundo.
Creo en el poder del arte y lo uso como herramienta para visibilizar y reconectar con eso que nos han quitando en esta sociedad, el derecho a existir como mujeres y convivir con la naturaleza.
El propósito de mis creaciones es desacelerar el ritmo de este mundo que nos han impuesto, recordar nuestros derechos, manifestar nuestras preocupaciones, denunciar las injusticias, y luchar por mantener el equilibrio de nuestro planeta.
Pinto para querer vivir.